jueves, 25 de octubre de 2012

EN JESÚS MARÍA SE NOS RESPETA!!

Vecinos organizados versus interés prepotente de Alcalde
Por: Claudio Zapata Gonzales
Regidor Distrital de Tierra y Libertad en JM

 Hace unos instantes, en sesión ordinaria del Concejo Distrital de Jesús María, se acaba de aprobar el Acuerdo de Concejo que rechaza la iniciativa privada “Proyecto de instalación, montaje, funcionamiento y operación de un Parque de Atracciones en el Campo de Marte”.

 Esta decisión no es producto de la buena voluntad y reflexión de funcionarios o regidores oficialistas. Por el contrario, es producto de la presión vecinal del distrito, de la acogida que tuvo en los medios de comunicación y líderes de opinión. El sentido común hizo retroceder el empeño por ceder los pocos espacios públicos del distrito.

Este Acuerdo unánime es producto del trabajo de varias horas dedicadas a difundir posiciones en medios de comunicación, reuniones entre vecinos, plantones y performances, denuncias ante instancias públicas, conversaciones con personas claves, debates en redes sociales virtuales, manifiestos, entre tantas iniciativas.
 

Sin embargo, varios vecinos nos mantenemos vigilantes. ¿Por qué razón? El principal argumento para el rechazo son dos informes y un dictamen debido a la ausencia de una información adicional a tiempo sobre el costo sustentatorio del estudio que dio origen al proyecto.

El argumento en cuestión no descarta la posibilidad de una nueva iniciativa privada en la zona. Recordemos que fue este mismo alcalde quien encabezaba la gestión donde se gesta el Acuerdo de Concejo 061-2007/MDJM donde se aprueba como petición de gracia la iniciativa privada de Larco Mar SA para desarrollar el Centro Comercial Plaza Marte en el mismo sitio. O, el Acuerdo de Concejo 060-2007/MDJM donde se aprueba la petición de gracia para la Ampliación y mejoramiento del Centro Comercial San Felipe a favor de Super Mercados Peruanos. Ambas iniciativas fueron desestimadas debido a la firme posición de los vecinos a pesar de las conversaciones avanzadas con las empresas en cuestión.

En un absurdo de la interpretación a la norma, el Alcalde y unos cuantos funcionarios impiden ver a los miembros del Concejo Distrital, máximas autoridades elegidas por voto popular, el proyecto del Parque de Atracciones aludiendo a la confidencialidad y reserva del artículo 15 del DL 1012, y por lo tanto se utiliza de pretexto una potencial filtración. Los funcionarios a los que se les solicita opinión si tienen acceso al proyecto, a ellos no se les filtraría el documento. Pero los regidores, quienes deberían debatir lo adecuado o no para el distrito, no tienen acceso. Finalmente, sin información oportuna y completa, los regidores tienen que decidir qué es lo adecuado para el distrito. Es evidente que los regidores en minoría están más ávidos de cumplir su labor fiscalizadora y de representación ante la población. Más esfuerzo en la función, menos acceso a la información.
 
Otro elemento que despierta sospechas es el informe N° 231-2012 –MDJM/GDUyA-SGGA de la Sub Gerencia de Gestión Ambiental donde indica que el proyecto es viable si se toman medidas de mitigación de los impactos que ocasionaría un proyecto de tal naturaleza. Es decir, reconoce que el Campo de Marte es “uno de los pulmones vivos más grandes de Lima”, que un proyecto como el presentado causaría muchos impactos negativos en el hábitat debido a los gases tóxicos, ruido e iluminación en su instalación y funcionamiento. También describe las nuevas perturbaciones que originarían las actividades humanas en zonas adyacentes a la construcción. En simultáneo, con una expertise esquizofrénica extractivista, considera viable el proyecto, siempre y cuando se apliquen las medidas de prevención y mitigación identificadas en un plan de manejo ambiental inexistente.
 
Para mí la cosa es simple. Si tanto daño genera este proyecto en una zona importante, estratégica e intangible del distrito; si los vecinos que residimos frente al Campo de Marte no lo queremos; si las entidades técnicas no consideran aplicable la reducción de los espacios públicos verdes y de legado cultural; este proyecto debería ser considerado inviable. Punto.

Por lo anterior, tengo la certeza que, los actuales funcionarios están dispuestos a justificar cualquier cosa que beneficie exclusivamente al interés manifiesto de la máxima autoridad administrativa del distrito.

Los vecinos, cada vez más organizados, solicitan hoy día al Concejo de Jesús María y de Lima Metropolitana, se declare al Campo de Marte como Reserva Ambiental Natural, en similares condiciones al Parque Castilla de Lince, de menor tamaño y hábitat. Así mismo, los vecinos de los distritos de Lince y Jesús María no desmayarán en permitir la reducción del Parque Próceres de la Independencia, donde se pretende construir una piscina municipal, una estación de bomberos, un Centro Comercial subterráneo y ya funciona una pista de patinaje.

Todas estas actividades contribuyen en reducir el área verde por habitante, de las cuales el distrito se jacta de superar el promedio. Con la permisibilidad para la construcción de nuevos edificios y con la reducción del área verde, ¿de qué se jactará en adelante el distrito?

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