jueves, 29 de mayo de 2008

DE MAYO DEL 68´ A LOS ENLAZANDO KIDS



Por: Claudio Raúl Zapata
czapata@psf.org.pe

“No nos dejemos engañar, en las cumbres se juntan los mafiosos”

Cosme-Café Tacvba

Hace 40 años estudiantes universitarios de varias partes del mundo –aunque principalmente en Francia-, jóvenes todos, cuestionaron la poca participación de la juventud, el sistema de estructuras sociales rígidas, el sometimiento del padre al hijo, y de la mujer por el hombre, así como la posición escolástica de los centros de enseñanza.

Las primeras acciones se inician en la universidad de Naterres y al poco tiempo se suma La Sorbona, para después plegarse el resto de universidades y finalmente los principales sindicatos que paralizaron Francia algunos días. Parafraseando a Edgar Morin, no fue una revolución pero fue más que una simple protesta.

Los resultados fueron el inicio del reparto de tareas entre hombres y mujeres, el mejoramiento de la sexualidad y de las relaciones entre padres e hijos. A decir de algunos fue una revuelta planetaria que radicalizo la democracia, y que ha permitido que la sociedad civil participe en la discusión de la cosa pública, incluso antecediéndose a los problemas. Que no siempre tengan efecto es otra cosa.

Hace unos días, en mayo de 2008, cerca de 150 jóvenes procedentes de diversas partes del Perú, de América Latina y de Europa se reunieron en Lima precediendo a la Cumbre de los Pueblos. Los temas que los convocaron son el descontento al modelo económico neoliberal, a los ataques contra los derechos humanos, la persistencia de injusticias, la posibilidad de articular propuestas de acción y por lo tanto la construcción de una agenda común. Una fuerte apuesta por otro mundo posible concretada en practicas en materia medioambiental, educativa, militarismo y objeción de conciencia se dieron reunión.

Los participantes tenían entre 18 y 30 años, siendo la edad promedio la de 25. Un número similar de hombres y mujeres. Buena parte de ellos venia de alguna experiencia organizativa, aunque esa no fue la caracteristica de los provenientes de Lima Metropolitana. Interesante fue que los participantes, fueran delegados o no, llegaron al encuentro asumiendo el requisito de la autonomía e independencia deliberativa y propositiva, por lo que la ausencia de compromisos bajo la lógica de “tengo que consultar a las bases” no se dio. A pesar de que no se mencionaba la palabra izquierda, la mayor parte se sentía parte de ella, asumiendo que la izquierda representa aquel sector político que promueve el cambio en beneficio de las mayorías. Se notaba mucha energía, emoción y ganas de trabajar y comprometerse.

Simultáneamente algunos colectivos políticos peruanos conformados en su mayoría por jóvenes se sumaron al proceso de la Cumbre de los Pueblos: Enlazando Alternativas. Participan en varias de sus comisiones, dirigieron la comisión de arte y cultura (fue la encargada de los actos políticos culturales), insistieron en participar –y participaron- en la elaboración del la declaración peruana ante la cumbre de los pueblos. Sin embargo, ambos grupos poco pudieron hacer para incluir sus propuestas trabajadas en la declaración birregional. Finalmente, algún participante les coloco el sobrenombre de enlazando kids, los jóvenes de la cumbre.

Claro está que no fueron los únicos jóvenes que se movilizaron. La denominada Red de actores políticos jóvenes, impulsada por ONGs que trabajan con organizaciones juveniles de sectores populares, y donde participan jóvenes de partidos políticos conservadores (PPC, APRA, Perú Posible, Solidaridad Nacional entre otros) y colectivos juveniles sin línea política (Proyecto Coherencia, D Cada Ciudadano, Red Interquorum, Red de Regidores Jóvenes de Ica) y cuya único vinculo de trabajo es el elemento etáreo, hicieron una declaratoria donde no cuestionan ni la actuación del Estado Peruano frente al recorte de derechos civiles, ni la postura de los Estados intervinientes en la Cumbre que actúan representando a los intereses del capital y no de las personas.

“Dejemos de tomar alcohol, tomemos el poder”

Cosme-Café Tacvba

En pleno proceso de la cumbre de los pueblos, una protesta estudiantil de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (la más antigua, grande y desmovilizada universidad peruana) debido a la cesión de miles de metros cuadrados a la Municipalidad Metropolitana de Lima, termino en el abrupto ingreso de la policía en su campus universitario, deteniendo a decenas de estudiantes y trabajadores de puestos informales de los alrededores, violando la autonomía universitaria y los derechos civiles básicos consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Varias voces aisladas se solidarizaron con los estudiantes sanmarquinos, bajo un clima de represión de las protestas y de las maneras de pensar diferente. Sin embargo no hubo reacción inmediata: los sanmarquinos convocaron a una gran marcha para la semana siguiente, y el resto de universitarios y la sociedad civil estaban más al tanto de las cumbres. Los sanmarquinos desaprovecharon el momento político del proceso de la cumbre oficial como el de la cumbre de los pueblos, fallaron en no canalizar el descontento popular hacia el gobierno y su maquinaria pro cumbres internacionales. Tampoco lograron tener un discurso convocante hacia su causa y todavía no cuestionan la actitud escolástica de la universidad peruana.

Las personas que iniciaron la movilización en mayo del 68 fueron jóvenes que tenían una lectura crítica de la situación, vivían un contexto de cambio, estudiaban a los clásicos y a los intelectuales contemporáneos, proponían salidas y se movilizaron para cambiar estructuras y llegar a una sociedad moderna. Los jóvenes contestatarios en el 2008, durante la cumbre de los pueblos, fueron los encargados de las labores de voluntariado: inscribir a la gente, orientar a los participantes, brindar un mínimo de seguridad en aspectos logísticos de los eventos. Otros jóvenes participantes asistieron confusamente a cuanto evento autogestionado pudiesen.

Tenemos un contexto de cambio y de criminalización de las ideas, una universidad caracterizada por sus luchas y victorias, pero los universitarios aún se ahogan en sus problemas domésticos y no presentan una alternativa de articulación con otros sectores sociales.

Los pocos jóvenes de la cumbre tienen limitaciones para construir un discurso político canalizador del descontento y cuestionamiento que caracteriza a los jóvenes. No se han dado cuenta que en el país hay mas de siete millones de personas jóvenes por concientizar. Ante su inexperiencia podrían estar contribuyendo al encasillamiento de la labor de los jóvenes (voluntarios o labores rutinarias) dentro del incipiente movimiento popular peruano y no un papel creativo y de innovación de prácticas políticas.

Los jóvenes de la cumbre tienen que negarse a discutir solo entre jóvenes, y relegarse así a discutir solamente temas de corte juvenil, porque eso incentiva la idea de que cuando las juventudes intervienen en política sólo es para hablar de temas vinculados con su edad y no de problemas que nos afectan a todos los ciudadanos.

Podrá San Marcos y los jóvenes de la cumbre desplegar el reto que planteo Naterre y originar la revuelta latinoamericana? Espero que si.

** Artículo publicado en el boletín electrónico Alerta Perú

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