Ni cómplices ni falsos demócratas
¡No más violencia en Venezuela!
Nosotros,
militantes y simpatizantes de organizaciones democráticas, progresistas y de izquierdas
peruanas, hacemos pública nuestra consternación por los recientes sucesos en la
hermana República de Venezuela. Creemos que todos los ciudadanos y ciudadanas
deben tener el derecho de protestar a favor o en contra de su gobierno sin
temer por perder su vida o resultar heridos en esos actos.
La muerte
de personas en esas circunstancias es un hecho deplorable que debe ser
condenado. Exigimos por eso, lo mismo que exigiríamos si dicha situación
sucediera en nuestro país: una investigación transparente que identifique a los
responsables de dichos actos.
Si bien reconocemos
que el gobierno de Nicolás Maduro ha sido elegido en elecciones democráticas y
que además han sido reconocidas internacionalmente, no podemos olvidar las similares
características con las que el fujimorismo se sostuvo en el poder: respaldo
popular en elecciones democráticas, control de otros poderes del Estado,
control mayoritario de los medios de comunicación y como no, los programas
sociales que generaron un perverso clientelismo con los sectores populares y
ningún derecho. Cuestionamos por lo tanto ambas situaciones, aquí y allá, ayer
y ahora y no pretendemos aparecer como unos falsos defensores de la democracia
como pretenden presentarse varias figuras del fujimorismo.
Si bien
el manejo gubernamental venezolano es un asunto que no nos compete directamente,
no podemos dejar de recordar el pésimo manejo económico al que nos tuvo Alan
García y que se presenta hoy en día en Venezuela: control de precios, férreo
control cambiario, inflación, escasez de productos básicos. Un camino que no se
lo recomendamos a nadie.
No
podemos cerrar los ojos ante la sistemática violación de derechos humanos en
Venezuela reflejada en la permisividad gubernamental con los grupos
paramilitares afines o contrarios al gobierno, acechando a manifestantes y periodistas.
Ni podemos ser cómplices de detenciones con justificaciones tan absurdas como "delito
que está por determinarse" y "quemar bolsas en el Parque
Carabobo".
Y así
como cuestionamos ese tipo de manejo por acción u omisión, no podemos dejar de
cuestionar la falta de autoridad moral que tiene el partido aprista para salir
a hablar del pésimo manejo económico o de la violación de derechos humanos
cuando en su gobierno se promovió el Comando paramilitar Rodrigo Franco y
ocurrieron las principales matanzas en los penales del país.
Rechazamos
todas esas voces que exigen desconocer a un gobierno levantando acusaciones que
no las aplican en su propio país. Los sentimos falsos al no cuestionar la vergonzosa
ley N°30151, que declara la excepción de responsabilidad penal de policías y
miembros de las fuerzas armadas en cumplimiento de su deber y permite la
impunidad de sus excesos.
Rechazamos
aquellas voces que cuestionan el proceso bolivariano o chavismo porque no es de
su color político y que minimizan o desestiman el respaldo popular del mismo.
Es potestad única del pueblo Venezolano decidir sobre esta materia y rechazamos
cualquier intervención extranjera.
Finalmente queremos condenar
enfáticamente a los medios de comunicación, nacionales y extranjeros, que
aprovechándose de esta tragedia buscan beneficiar sus intereses políticos y
económicos. Aquellos que en innumerables ocasiones criminalizaron a los
luchadores sociales de nuestro país y justificaron sus muertes, ahora fungen de
defensores de la vida y la democracia.
¡Abajo
las violaciones de derechos humanos!
¡Por una
solución pacífica y civilizada para resolver conflictos!
¡Por el
respeto a la protesta social en cualquier país del mundo!
¡Abajo
los intentos golpista de quienes han sido derrotados en procesos electorales!
Lima, 24 de febrero de 2014